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En aproximadamente el 90% de los casos de halitosis genuina, el origen del mal olor está en la boca. De estos casos la mayoría son por enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis), sigue la presencia de caries,  las infecciones de cavidad oral (víricas o bacterianas), la presencia de candidas, úlceras y en menor grado enfermedades sistémicas con afectación bucal. El 10% restante se atribuye a efectos secundarios de enfermedades o tratamientos médicos.

Cuando el origen del mal olor está en la boca, ¿a qué se debe?

1. Mala higiene oral

La deficiente higiene oral es un factor predominante en la mayoría de estos casos. No cepillarse bien los dientes y no usar hilo dental con regularidad permite que las bacterias se acumulen y produzcan mal olor. La incorrecta higiene de prótesis dentales fijas o removibles.

2. Boca seca

Durante la noche, la producción de saliva disminuye significativamente, lo que permite que las bacterias productoras de gases malolientes se multipliquen. Este fenómeno es conocido como aliento matutino y se puede corregir con una buena higiene bucal diaria.

3. Edad

Con el envejecimiento, las glándulas salivares producen menos saliva, lo que aumenta la probabilidad de caries y otras enfermedades bucodentales.

4. Tabaquismo y alcohol

El consumo de tabaco es otro factor que incrementa el riesgo de sufrir halitosis asi como el alcohol.

5. Dieta

Las dietas bajas en calorías y saltarse comidas pueden contribuir a la aparición del mal aliento debido a la disminución en la producción de saliva y cambios en el metabolismo. También en dietas que varían el pH.

6. Alimentos específicos

Además, ciertos alimentos como la cebolla y el ajo pueden causar un aliento fuerte y persistente, aunque este es temporal y se resuelve al cabo de unas horas.

Cuando el motivo no está en la boca, ¿cuál es?

1. Enfermedades y caries

En este grupo de personas, la halitosis puede ser consecuencia de enfermedades periodontales y caries.

2. Infecciones

También puede ser resultado de úlceras, infecciones víricas, bacterianas o fúngicas. Abscesos dentales.

3. Tratamientos médicos

Tratamientos oncológicos como la radioterapia y la quimioterapia también pueden tener la halitosis como efecto secundario.

4. Otras enfermedades

En algunas ocasiones, el mal aliento puede ser un síntoma de enfermedades digestivas (reflujos, vómitos, ulceras gástricas..) respiratorias (como la sinusitis) o sistémicas, como una Diabetes Mellitus mal controlada, enfermedad renal incipiente o disfunción hepática..

Recuerda

La halitosis puede ser un indicativo de nuestra salud bucodental y general. Si tienes sospechas sobre la presencia de halitosis, es recomendable acudir a tu médico o a tu dentista. ¡Estamos aquí para ayudarte a mantener una salud bucal óptima!

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