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¿Cuáles son los mitos del enjuague bucal?

Todo el mundo sabe que hay que cepillarse los dientes mínimo dos veces al día, la mayoría de la gente sabe que debe usar el hilo dental y los cepillos interdentales (aunque muchos descuiden esta tarea) y muchos piensan que el uso de un enjuague bucal completará la rutina perfecta de cuidado bucal en casa. ¡Esta última parte sería un error!

A menos que te lo aconseje tu médico, dentista o higienista por una razón médica específica (algunas de las cuales tocaremos a continuación), el uso de un enjuague bucal no es un requisito para mantener tus encías y dientes sanos. No debería formar parte de la rutina de higiene en una persona sana.

Aunque sientas la boca más fresca después de usar un enjuague bucal, no servirá de mucho para solucionar las causas de problemas como el mal aliento o la erosión dental. Al igual que el simple hecho de echar jabón a un coche no lo limpia, el enjuague bucal no elimina la placa.

Aunque, por supuesto, hay ocasiones en las que el enjuague bucal puede ser útil y por ello puede ser una práctica prescrita por un profesional médico.

¿Cuáles son los diferentes tipos de enjuague bucal?

Al considerar un enjuague bucal es importante comprobar los ingredientes. Puede que el envase diga “aliento más fresco” o “dientes más blancos”, pero a menos que contenga flúor, los beneficios para la boca son escasos.

Los colutorios antibacterianos que contienen clorhexidina pueden recetarse para el tratamiento a corto plazo de la inflamación de las encías (gingivitis) o para prevenir la infección después de ciertos procedimientos dentales, como una extracción, pero pueden provocar manchas, por lo que sólo se pueden utilizar durante un periodo corto de tiempo (10 días) y bajo prescripción médica. 

Hay que tener en cuenta que este tipo de colutorio también puede destruir las “bacterias buenas” de la boca, lo que puede debilitar el microbioma oral y provocar caries.

Muchos enjuagues bucales incluyen agentes estabilizadores ácidos para prolongar su vida útil, pero estos ácidos pueden corroer el esmalte de los dientes, haciéndolos más susceptibles a la caries y causando más daño que beneficio.

Las personas que toman algunos tipos de medicamentos pueden experimentar una sequedad de boca y una sensibilidad severas y pueden encontrar que el enjuague bucal ayuda a proporcionar fluoruro adicional y a combatir la xerostomía.

Es aconsejable que evites los enjuagues bucales a base de alcohol, ya que pueden agravar la sequedad bucal y provocar irritación. 

¿Cuándo debo utilizar el enjuague bucal?

Si siempre has utilizado un enjuague bucal y te resulta difícil pensar en eliminarlo de tu rutina diaria, utilízalo después de las comidas para eliminar las partículas de comida y como un rápido impulso de “frescura” cuando no puedas cepillarte los dientes.

No utilices el enjuague bucal cuando acabes de cepillarte los dientes, ya que corres el riesgo de eliminar el flúor de la pasta dentífrica, que es el elemento clave para proteger tus dientes.

¿Y ahora qué? 

Enmascarar un problema dental como el mal aliento y no seguir los consejos adecuados sobre la limpieza de los dientes y las visitas periódicas al dentista y al higienista puede provocar problemas mayores en la boca. Revisa con qué finalidad estás utilizando el enjuague bucal y, si crees que puede ser un hábito para paliar un problema de fondo, no dudes en pedir una cita para que te ayudemos a resolverlo de raíz.

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